Una pulsera que transmite fe, belleza y calma en cada detalle. Esta versión del denario combina bolitas de plata con dos símbolos poderosos: la medalla de la Virgen y la cruz, ambos firmemente integrados en el diseño, acompañando el recorrido de la pulsera como guía silenciosa.

No hay colgantes, todo está dispuesto con armonía a lo largo de la pieza, como un recordatorio sutil y constante de aquello en lo que creemos.

Ideal para quienes buscan una joya con significado, que acompañe discretamente el día a día y se vuelva parte de su historia personal.

Su largo es de 17 a 19cm.